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Mostrando las entradas etiquetadas como Escrituras en libertad

Oralidad y abstracción: Dos universos, dos formas de vivir

Artículo de "Panfleto contra o -preferiblemente- a favor del arte, la poesía y la música del siglo XX" Después de escribir el apartado anterior (hace referencia al texto publicado el viernes 30 de octubre en este mismo blog) he tomado conciencia con más intensidad de un hecho crucial de mi vida: Desde la adolescencia (calculo que sobre los dieciséis años) he vivido a medio camino, o a caballo, entre el universo oral, (el de mis padres y el de mi infancia) y el universo abstracto de la escritura. Siempre he tenido la sensación de que mi tardía alfabetización ha sido un hecho con gran influencia en mi forma de ver y entender. A los nueve años, cuando empecé a leer, y a los diez, cuando escribí mis primeros relatos, mi experiencia del mundo estaba bastante asentada sobre lo oral. El otro hecho decisivo de mi vida infantil, el de ser un emigrante, me permitió también conocer que el lenguaje no era algo innato, igual siempre a sí mismo, y universal, sino el producto de un apre...

En contra o -preferiblemente- a favor del arte, la poesía y la música del siglo XX

A mediados los años noventa, empecé a trabajar en un ensayo sobre el arte, la poesía y la música del siglo XX. El proyecto pronto tomó forma, y en distintas etapas fui escribiendo folios y más folios hasta superar los trescientos. El título que fue naciendo de aquellas páginas es, por ahora, el que las ampara: Panfleto contra o -preferiblemente- a favor del arte, la poesía y la música del siglo XX. Hace un par de años me detuve porque me enfrentaba a una decisión complicada: Desgajar del proyecto original toda la segunda parte, que estaba dedicada a presentar una idea de la estética nacida en este siglo, en profundidad, porque de lo contrario el libro superaría con mucho los quinientos folios. Pero si eliminaba esa segunda parte, todo el proyecto corría el peligro de quedar incompleto. Aún ahora sigo sin saber que hacer. Mientras lo decido, voy a publicar en este blog algunos de los artículos ya finalizados y dispuestos para ser conocidos. El que sigue, forma parte de la introducció...

Me he comido mis propias palabras

No existe tradición en la sociedad española sobre la aceptación de los errores propios. De hecho, existe una tradición justo en sentido contrario: Los Manrique (ya se sabe, don Rodrigo, su hijo Jorge y demás) usaban como mote el dicho "Lengua sin manos cómo osas hablar". Porque era de hombres mantenerla y no enmendalla. En el mes de marzo de este año, tuve la premonición de que si asistía al coloquio al que me había invitado el Insituto Cervantes en Madrid, debería estar dispuesto a comerme mis propias palabras, porque aquello tenía toda la apariencia de una encerrona. Bueno, no es que yo sea adivino (aunque he tenido algunas experiencia de premoniciones bastante embarazosas). Nada de eso. Es que la exposición dentro de la que se celebraba este coloquio, "Escrituras en libertad. La poesía experimental española e hispanoamericana del siglo XX" estaba plagada de signos e indicios muy clarificadores sobre el hecho de que su comisario tenía muchas cosas contra mí, tanto...